Misión a Ámsterdam 3

Hola a todos, perdonen mi tardanza y mi desaparición, quería actualizar y hacer lo que había comentado en mi anterior entrada. Ahora sí, como dicen "No estaba muerta, andaba de parranda", ¿o no va algo así? Bueno, jeje, no importa ya. Tuve que atender otros asuntos ajenos a mí, pero estoy de vuelta.

Por ello, les traigo el capítulo 3 de M.A. (sí, por fin amigo lector/a -_-U)

No crean que no pensé en él, casi todos los días lo revisaba, porque como les platiqué... este fic lo escribí hace ya un par de años... en la semana lo leía y releía porque quería agregar el toque que me habían recomendado, ese de agasajo sensualón pero luego "dice mi mamá que siempre no" jaja XD

Tengo escrito como... 2 capítulos más, ahí lo dejé inconcluso en ese tiempo, hasta que lo abrí para publicar el primer capítulo.

Como les decía, lo revisé e intenté llenar el espacio pero... me sorprende lo que leía xD ¿cómo pude escribir eso? ahh, niña precoz XD jajaja. Así que amigos, no pude quitarle esa escena... lo siento, pero vamos... me hizo pensar e imaginar otras situaciones... jojojo, la Nott actual quizá pueda terminar lo que dejó inconcluso.

Pero no piensen que sus mensajes han sido en vano, claro que me ayudarán, esto aún no termina y pueden suceder infinidad de situaciones (buajaja xD ...)

Un enorme agradecimiento a todos, sin ustedes este fic seguiría en el mismo lugar, sin rumbo, mucho menos sin final.

Bien, con mucho que decir, pero con ansias de publicar ya el capítulo... Me despido, esperando que les guste.

***
[Segundo capítulo...] Evidentemente, sus cosas se encontraban en el hotel donde se había registrado. Sólo que Leon no contaba con ese detalle, en aquél momento no fue una de sus prioridades preguntarle dónde estaba hospedada, ni siquiera cruzaron palabras serenas. No iba a irse, no quería. Tenía toda la libertad de vestirse y regresar a su hotel, pero no las “ganas” de hacerlo.
-Tendré que buscarme algo, seguro lo encuentro -planeó.
Salió al pasillo y caminó a la puerta continua. Allí giró la perilla lentamente para no ser escuchada.

Click para leer la continuación: Cap. 3 (^-^)

-Gajes del oficio, Leon -musitó.

Ya en la habitación, una lamparita de noche acomodada encima del buró, alumbraba escasamente el cuerpo de semejante adonis. Estaba la mayor parte descubierto, a lo que Ada no pudo evitar contemplarlo. De verdad que ese joven al que había encontrado hace muchos años en la desaparecida Raccoon, estaba más desarrollado; definitivamente en los años posteriores se había perfeccionado en todos los aspectos. Con el hecho de recordarlo sonrió para sí misma, mientras avanzaba con sigilo al guardarropa.

Leon se encontraba dormitando y pudo escuchar bien el sonido de la perilla; pero prefirió seguir fingiendo un profundo sueño. Se inclinó al oír la puerta del armario deslizarse. Allí estaba ella de espaldas, parecía estar rebuscando entre sus cosas e inmediatamente entendió lo que necesitaba; no por casualidad estaba envuelta solamente con una toalla blanca.

-¿Qué haces? -preguntó Leon divertido.

Ella no esperaba tal pregunta, mucho menos que la descubriera.

- Ropa para dormir, ¿crees que es cómodo dormir con vestido o en ropa interior? -se quejó.
- Mírame, ¿parezco estar incomodado?
- No me interesa mirar.
- Como quieras, sacaré algo ligero para que puedas dormir.

Leon no tardó en brincar de la cama, caminó y se ubicó a lado de ella. Abrió más la puerta y buscó entre su maleta. Ada no dijo palabra alguna, ¿qué podría decir en ese momento? sólo disfrutar del espectáculo.

Ahí estaban los dos, uno junto al otro, con una evidente una oportunidad que no deberían dejar escapar. Él con un sencillo bóxer y ella con una insignificante toalla cubriéndola. ¿Oportunidades? Una entre miles.

- Toma, es una camisa pero apuesto que te quedará un poco holgada. Umm... -gruñó- no tengo algo para cubrir tus piernas, no planeaba venir a Ámsterdam de vacaciones. Mira, sólo tengo éste bóxer ¿te servirá?
- Dame eso, por una noche no me pondré exigente contigo -dijo en tono seductor, pasando un dedo por la mejilla de Leon.

Él sintió un estremecimiento, algo recorrer por completo su columna, sus piernas flaquearon por un instante; estuvo a punto de perder el control. La miraba fijamente, posiblemente notó un brillo en esos ojos que lo observaban; lleno de deseo, pasión y ¿amor?

- Nunca me dejarás ganar ¿verdad? -cuestionó en un susurro.
- No lo permitiría -arrebató las prendas, arrojándolas al piso.

Acto seguido, se acercó a él, lo abrazó por el cuello y le besó. Ese beso estaba dominado por el deseo, logrando que cada vez incrementara la pasión. ¿Cuántas veces lo había deseado? antes todo parecía un sueño lejano, que ahora se estaba haciendo realidad.

Él rodeó su cintura y la condujo lentamente a la orilla de la cama sin dejar de acariciarla, la recostó; la besaba con ternura y delicadeza, no quería ser brusco con la mujer que amaba. Pero ella parecía añorar más, así que dejó su boca para corresponder su añoranza y comenzó por su cuello.

Ella emitió un pequeño gemido cuando él continuaba deslizando su lengua por ese perfecto arco. Una de sus manos acariciaba su cintura, subía lentamente por su torso quitando con sutileza la toalla que le impedía el paso tirándola al piso. Por fin libre de obstáculos, se detuvo durante unos segundos para admirar ese cuerpo tan hermoso; regresó a su tarea, tomando uno de sus senos masajeándolo mientras que al otro lo atrapó con su boca para succionar suavemente y lamer su pezón.

La escuchaba respirar pausadamente, murmurar cosas indescifrables; cuando pasó su atención a su vientre clamó, jugaba con su ombligo y besaba con delicadeza cada tramo de su torso. Volvió a subir, regresando a sus labios; en seguida ella decidió tomar el control girando en la cama, haciéndolo cambiar de posición. Ahora ella era quien decidía que hacer.

- Nunca... ¿v-verdad? -sollozó Leon.
- Nunca -le respondió.

Se sentó a horcajadas en él. Emprendió su camino en sus labios, continuó en su mentón y cuello, deleitándose con cada acción. Bajó una de sus manos y acarició su entrepierna, introdujo su mano bajo su prenda haciendo que él se estremeciera al contacto; con la ayuda de su otra mano se deshizo de esa pequeña estorbosa. En este momento, los dos, completamente desnudos mirándose a los ojos.

No se necesitan las palabras, suele ser una comunicación telepática, visual o simplemente mágica. No hay explicación. Y tampoco preguntas, sólo sentimientos en su pleno apogeo. No existen las reglas ni los impedimentos, la llave necesaria es el amor formado de dos amantes que se entregan uno a otro.

Tomó su miembro, lo acarició de arriba abajo hasta que decidió introducirlo en ella, poco a poco y sin prisas. Lo estaba disfrutando, mientras advertía y memorizaba las expresiones de Leon con cada centímetro en ella. Principió con lentitud su vaivén, mientras Leon clamaba más aferrándose a su cintura; ella aceleró el compás y él acariciaba sus pechos. Incrementó más los movimientos que los hacían emanar sonidos de placer, respiraciones entrecortadas y suspiros tan profundos convirtiéndose en las eufonías perfectas.

Ada se inclinó un poco hacía delante, puso sus manos en cada hombro de él e intensificó la velocidad de sus caderas; su compañero colocó sus manos en la cadera de ella para contribuir en aquella fricción desenfrenada. Todo estaba a punto de terminar, en cualquier momento los dos terminarían llegando. Y así fue, gritando y gimiendo al unísono. Sintió como una calidez la invadía por dentro, continuó meneándose morosamente unos segundos más hasta quedar por completo exhausta. Recostó su cabeza en uno de sus hombros, mientras él acariciaba su espalda cariñosamente.

Con lentitud se separó de su cuerpo y se recostó junto a Leon, le dio un último beso en los labios: pequeño y dulce, como nunca se imaginó que fuera su fría asesina; al final escondió su rostro entre su hombro.

-Te amo –musitó Leon

Pero ella no dijo nada, sólo cerró los ojos tras esas palabras para después quedar profundamente dormida.

Muy útil esto de ocultar el texto en post extensos, ¿verdad? ^_^
Hasta la próxima~